Este jabón está elaborado por medio del proceso de saponificación en frio, lo que hace que todos sus ingredientes conserven sus propiedades y principios activos.

Su selección de aceites vírgenes y ecológicos, nos dan como resultado un jabón equilibrado, de espuma cremosa con un gran poder nutritivo. Desde la antigüedad se ha usado la leche por sus efectos emolientes y nutritivos para nuestra piel que, combinado con la miel, hacen de este jabón una maravilla para nuestra piel, aportándonos los siguientes beneficios: Antimicrobiano, humectante, antioxidante, rico en nutrientes y vitaminas, exfolia suavemente, hidratante, nutritivo, anti envejecimiento, anti-acne.

El jabón natural con miel y leche tiene propiedades suavizantes y regeneradoras, es apto para todo tipo de pieles y también para pieles sensibles.

Este es un gran jabón para personas con afecciones cutáneas como eccema y acné, ya que reduce los niveles de pH, reduciendo las bacterias en la piel.

También es un limpiador de piel profundo que no deja sensación de sequedad.

Contiene proteínas y grasas lácteas, gracias a las cuales posee propiedades suavizantes y nutritivas.